Es probable que estés consumiendo muchos carbohidratos o azúcares “escondidas” (fructosa, lactosa, maltosa, dextrosa, etc.) y poca grasa.
También puede darse el caso que consumas muchas proteínas. Según explico en mi libro, el cuerpo no tiene donde guardar exceso de proteínas y el resultado será convertirlas en glucosa (gluconeogénesis) y esto elevará tu nivel de insulina provocando el mismo efecto que comer muchos carbohidratos.
En algunas personas sucede lo contrario cuando consumen muchas proteínas. El cuerpo comienza a romperlas en aminoácidos (bloques de proteínas básicos) y los transporta a las células para consumirlos como energía. Los aminoácidos entran a las células con la ayuda de la insulina de la misma forma que la glucosa, pero también puede pasar que la insulina se “arrastre consigo” la glucosa de la sangre a las células. Esto puede provocar que tu nivel de glucosa baje un poco provocándote síntomas de hipoglicemia, hambre y deseos de comer carbohidratos.
Presiona aquí para ver diferentes nombres de azucares que puedes encontrar en los ingredientes de las comidas.
Glucosa = azúcar en la sangre
hipoglicemia = nivel bajo de glucosa